29 Mar

De 10:00 h. a 10:30 h. Avda. Reyes Católicos y Avda. del Cid.
De 10:30 h. a 11:00 h. Fco. Martínez Varea, Sda.Familia y Urb. Jerez
De 13:00 h.a 13:30 h. José María de la Puentey Jerez
De 13:30 h. a 14:00 h. Doña Berenguela y Padre Aramburu.
De 14:30 h. a 15:00h. San Francisco y Villarcayo.
De 15:00 h. a 15:30 h. Sedano y Federico Olmeda.
De 15:30 h. a 16:00 h. Avda. Cantabria y Fco. Sarmiento.
De 16:00 h. a 17:00 h. León XIII y voluntarios.

29 Mar

Adoración de la cruz.

30 Mar

Resurrección del Señor

Evangelio del domingo, 15 de diciembre de 2019

Tened paciencia. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra mientras recibe la lluvia temprana y tardía» (2.ª lectura: Santiago 5, 7-10). Es el consejo que da Santiago a los suyos. Y nos viene como anillo al dedo, pues a nosotros nos gustaría que se notase más la acción de Dios. Nos gustaría que los sueños de Isaías se cumplieran ya (1.ª lectura: Isaías 35, 1-6a.10). Pero la acción de Dios no es así. «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?», preguntan a Jesús. Nosotros nos preguntamos: ¿esperamos a otro o somos capaces de aceptar a Dios tal y como es? Nos sirve muy bien la respuesta de Jesús: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. ¡Y dichoso el que no se sienta defraudado por mí!» (Evangelio: Lucas 11, 211).

¿Nos defrauda Jesús porque queremos que la presencia de Dios sea avasalladora, fulgurante? Lo primero de nuestra fe es abrir el corazón, aceptar a Dios como se muestra en Jesús. ¡Ten paciencia, Señor, con nosotros!

 

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos:

«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Jesús les respondió:

«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»

Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:

«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Parroquia Sagrada Familia