Cáritas, entrañas de misericordia

Fidel Herráez Vegas (Arzobispo de Burgos)

gil hellin

Este es el título que convoca en nuestra ciudad, a partir de mañana, y durante dos días, a las Cáritas de las Diócesis de Castilla y León. Los voluntarios, trabajadores, equipos directivos y participantes de las Cáritas de las once diócesis que conforman nuestra Autonomía se reunirán en Burgos en unos días de reflexión, intercambio mutuo, conocimiento y ayuda. De esta manera se consolida la trayectoria conjunta y participativa que vienen haciendo a nivel regional, como también existe en otras realidades de nuestra Iglesia: encuentros de vicarios y arciprestes, catequistas, delegaciones de familia, liturgia, juventud.

Sin duda que este encuentro también enriquecerá y ayudará a nuestra Iglesia local que está difundiendo y concretando en estos días, en numerosos lugares de nuestra geografía diocesana, el Plan de Pastoral que lleva por título “Discípulos misioneros”. Precisamente uno de sus objetivos es “poner el Evangelio al servicio de los más pobres”. En esta tarea, Cáritas tiene mucho que decir y mucho que realizar.

Y es que la tarea de Cáritas no es principalmente la ayuda material a los más empobrecidos de nuestra sociedad. A veces hemos devaluado de esta manera su función, reduciendo además a la persona a una única dimensión material. La finalidad de Cáritas es la evangelización que se desarrolla siempre, pero en estas circunstancias especialmente, a través del ejercicio de la caridad. Así lo recordábamos los Obispos españoles en el documento “Iglesia, servidora de los pobres”: “La Iglesia existe para evangelizar, nuestra misión es hacer presente la buena noticia del amor de Dios manifestado en Cristo; estamos llamados a ser un signo en medio del mundo de ese amor divino. El servicio caritativo y social expresa el amor de Dios. Es evangelizador, y muestra de la fraternidad entre los hombres, base de la convivencia cívica y fuerza motriz de un verdadero desarrollo”.

A través de la caridad expresamos la certeza y el convencimiento de que el amor de Dios define nuestra experiencia de fe. De ahí que la reflexión de estos días sobre “Cáritas, entrañas de misericordia” ha de interrogarnos sobre nuestro conocimiento de Dios, sobre nuestro quehacer eclesial y sobre nuestro compromiso sociocaritativo. La misericordia, que es el nombre de Dios, tal y como han dicho Benedicto XVI y Francisco, se expresa en la cercanía hacia las miserias que nos rodean y de las que Cáritas sabe y nos hace saber tanto. Y “la credibilidad de la Iglesia, dice también el Papa Francisco, pasa a través del amor misericordioso y compasivo”. Por eso, como Jesús, nuestra Iglesia Diocesana está llamada a evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos trabajando por la justicia y siendo mediadora del amor misericordioso de Dios.

Cáritas realiza una encomiable labor en esta línea. Aún así, como decimos en nuestro Proyecto Pastoral, tenemos que seguir avanzando para que se descubra a Cáritas como la entera comunidad cristiana que se organiza para la atención integral de los más pobres. Cáritas es un signo visible del Señor, que a través de su comunidad sigue sirviendo a los necesitados . Ella ha de ser motora en ese quehacer, pero ha de implicar, animar y dinamizar a toda la comunidad eclesial para que se visibilice la cercanía y caridad para con los más descartados de nuestra sociedad. Cáritas somos todos; y con este convencimiento hemos de implicarnos en sus fines y tareas. De esta manera avanzaremos en que quien realiza la evangelización siempre es la comunidad y no solo unas pocas personas que llevan adelante las tareas caritativas.

Ojalá que estas jornadas nos ayuden y contribuyan con sus objetivos a la conversión pastoral que tanto necesitamos. Doy la bienvenida a todos los que vais a participar activamente en los debates y reflexiones de estos días. Y agradezco de corazón la labor de cuantos participáis en el quehacer diario de Cáritas con la entrega de vuestro tiempo y vuestra colaboración desinteresada. Que todo ello contribuya a hacer presente en nuestro entorno y en nuestro mundo la urgencia y necesidad de tener entrañas de misericordia.

Parroquia Sagrada Familia